La alfarería artesanal combina beneficios ecológicos y económicos, según han defendido ante Efe distintas voces del sector.
La directiva 96/61/CE del Consejo Europeo señala ese impacto de la industria de la artesanía que, de acuerdo con los datos de la firma KPMG, aportó más de 6 millones de euros a la economía española en 2019 -el equivalente al 0,54 % del PIB nacional-, aun con un retroceso de la actividad en torno al 5 % respecto a 2015.
Profesionales como Rafael Osuna, responsable de Cerámica Rambleña, hace hincapié en los beneficios ecológicos de la alfarería ya que “se puede fabricar miles de utensilios con barro y arcilla natural» y el producto final es «incomparable con cualquier cosa hecha con hierro o plástico, ya que «no explotamos la Naturaleza, más allá de quitar un poco de tierra del suelo”.
Además, la alfarería «no genera desechos», afirma Cayetano Pérez, de Cerámica Hermanos Pérez, quien emplea barro blanco de Valencia o rojo de Salvatierra de los Barros (Badajoz) en su taller y «lo reciclamos una y mil veces hasta que está cocido».