Biomateriales

Soy investigadora, bibliotecaria y comisaria de materiales desde 2014, trabajando como consultora freelance antes de convertirme en socia de MaterialDriven, donde sigo explorando la innovación de materiales con marcas e instituciones. Además, soy la directora académica del Basque BioDesign Center, en Bilbao, un espacio dedicado al biodiseño, la tecnología y el desarrollo de materiales sostenibles. Empecé en el mundo del diseño y la artesanía como diseñadora de accesorios de moda y product developer, trabajando con empresas de fast fashion, diseñadores artesanos, e iniciativas de comercio justo. Actualmente imparto clases en escuelas de moda y diseño así como universidades en España y el Reino Unido,y también contribuyo regularmente como ponente en eventos y conferencias sobre temas de vanguardia como la innovación de materiales y la artesnía, la sostenibilidad y la economía circular. Por otro lado he publicado en The Slow Grind, mi ensayo Embodying the Invisible, y coordino proyectos de investigación de nuevos biomateriales utilizando desechos locales, trabajando con organismos vivos como el micelio, la celulosa bacteriana, las algas y las bacterias

Trabajo en la intersección de la ciencia, la artesanía ( sobre todo el textil) y la tecnología. En el Basque BioDesign center, la tecnología sobre todo la utilizamos como herramienta de apoyo en el desarrollo de nuevos materiales sostenibles, o biomateriales. Generalmente, nos apoyamos en la cortadora laser, la impresora 3D, y la impresora 3D de cerámica. Con estos recursos podemos crear moldes y herramientas que nos ayudan a trabajar esta neoartesania, como son los bioplásticos, los biohilos y los cueros veganos. Además trabajamos con un telar digital Jacquard único, la TC2, para generar diseños textiles utilizando Photoshop, traduciendo los pixeles a los cruces entre la trama y la urdimbre.

Las materias primas con las que trabajo en el BasqueBioDesign Center habitualmente son organismos vivos, o provienen de organismos vivos. En concreto el micelio, la celulosa bacteriana, las algas y las bacterias. Por otro lado trabajamos mucho con desechos orgánicos, a poder ser locales, como la lana latxa, o el bagazo de la cerveza etc. Estos materiales, deshidratados son la base de un diseño sostenible, permitiéndonos crear biocomposites de algo que antes no tenía valor.

Con el micelio, podemos crear un material ligero, biodegradable y acústico, dándole como alimento un sustrato como los desechos de la agricultura. Puede ser en forma de ladrillo, cuenco, panel para la pared…incluso con un sustrato liquido podemos hacer un tejido. La celulosa bacteriana la cultivamos con muy poca energía, té y azúcar. Una vez que la secamos se transforma en un material parecido al cuero, incluso a la piel humana. Sus propiedades son interesantes: versátil, traslucido, y biocompatible. Por otro lado, triturado nos sirve como bio adhesivo para hacer biocomposites. Las bacterias co-diseñan con nosotros, creando color y tintes para textiles, y con las algas primordialmente investigamos nuevos bioplásticos que son resilientes, pero biodegradables y regenerativos.